La visita al nacimiento del río Pitarque es la principal

razón por la que llegar a este escondido lugar.

Durante la primera parte del recorrido podrán

disfrutar de la naturaleza más pura, desprovista de la

acción de la mano del hombre, la flora y la fauna

salvaje podrán ser descubiertas por los caminantes

más observadores: buitres, águilas, cabras montesas,

zorros y demás especies.

A mitad de la ruta podrán parar a descansar en el

entrador de la ermita de la Virgen de la Peña, desde

donde proseguirán su camino entonces ya protagonizado por el agua, las cascadas serán los principales personajes de esta segunda parte del trayecto, para llegar por fin al lugar donde nace el río que lleva el nombre del pueblo. Un lugar de tranquilidad, donde el único ruido que escucharán será el del agua cristalina brotando de la tierra y comenzando su recorrido a través del cauce que atraviesa los mismos paisajes que habrán observado durante la ida. 

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Trayecto: ida y vuelta 9,6 km.

Duración: 3h.